Ritual de Purificación y ArmonizaciónEl baño de temazcal es una tradición prehispánica que se encuentra extendido por toda Mesoamérica desde hace miles de años. En las culturas nómadas de América del Norte (Indios Sioux Lakota) se le llama “Inipi”. En México recibe el nombre de Temazcalli o Temazkal.
Para los antiguos “la casa del vapor” representó una práctica sagrada que permitía el contacto con las esencias curativas de los elementos en movimiento: Tierra, Agua, Viento y Fuego.
El Temazkal es un lugar a donde regresamos al útero de la Madre Tierra (Tlazolteotl) donde entramos como niños para percibir dentro de ella nuestra autocuración para renacer como seres completos. Recrea la creación de la vida. Tiene como finalidad la introspección de sí mismo (micro-macro-kosmo), así como experimentar un proceso de desintoxicación y medicina preventiva.
Buscando el Origen, los antiguos observaron que el único lugar capaz de crear vida era el útero materno, y en otros reinos, el huevo o la semilla. A imagen y semejanza, recrearon el temazkal, reproduciendo las mismas condiciones de oscuridad, calor, recogimiento y humedad.
Entonces, los antiguos construyeron una “cueva” y entraron al útero de la Madre Tierra para trabajar con estos cuatro factores como punto de partida. Viajaron sin tiempo ni espacio e interactuaron con los cuatro Elemento, encendieron un Fuego para calentar las Piedras y el Agua, reconocieron el Poder del Aire y agradecieron el frescor de la Tierra.
Se alinearon con los cuatro rumbos del Universo, con el corazón del cielo, el de la tierra y el de todas las criaturas vivas y, desde ahí, ofrendaron su presencia.
En su entrega, se dieron cuenta que el temazkal es un RE-nacer, un RE-(a)cuerdo, un RE-conocimiento de uno mismo y su vínculo con el Espíritu. Que la cabaña del vapor es un buen lugar para nacer y parar morir, para limpiarnos y purificarnos, para recapitular, para desatar los nudos y soltar lo que nos limita. Allí sudamos, cantamos, rezamos o estamos en silencio; allí disolvemos la forma, la razón y el tiempo en armonía con todo lo que fue, es y será.
La temperatura del temazcal se eleva poco a poco, la circulación sanguínea se activa, el ritmo cardiaco se incrementa.
Cuando se llega a la cuarta puerta, la del Viento del Sur, la del Fuego, la de la Voluntad y Transmutación Suprema, habiendo llevado el calor a su máxima potencia, se alcanza un ritmo cardiaco de más 110 pulsaciones por minuto, a partir de ese instante sucede algo en el cerebro, la neuronas y sus denditras entran en conexión temporal y permiten experimentar el éxtasis, la unicidad con el cosmos.
En este espacio-tiempo que por destino nos esta tocando vivir, es maravilloso VER las coincidencias, las sincronicidades, las "verdades" que se revelan, quedando en evidencia la conexión de todo con todos.
Además, en el Temazkal se genera un ambiente o energía magnética muy sutil que influye directamente sobre la energía celular del cerebro. De este modo, estimula al sistema glandular, en particular a las glándulas pineal y pituitaria, conocidas como las glándulas maestras, ya que rigen la actividad glandular de todo el cuerpo.
Los videntes han observado que el baño de Temazcal actúa sobre el campo energético que envuelve al cuerpo físico, de tal forma que el aura se expande y se vuelve más radiante. Despierta memorias muy profundas y abre puertas a estados de conciencia extra-ordinarios.
En el temazcal esperamos por las personas que desean derrumbar sus miedos para convertirse a la larga en fuentes de salud, libertad y abundancia de todo bien para si mismos y para los demás. Esos son para nosotros los GUERREROS Y GUERRERAS
Para los antiguos “la casa del vapor” representó una práctica sagrada que permitía el contacto con las esencias curativas de los elementos en movimiento: Tierra, Agua, Viento y Fuego.
El Temazkal es un lugar a donde regresamos al útero de la Madre Tierra (Tlazolteotl) donde entramos como niños para percibir dentro de ella nuestra autocuración para renacer como seres completos. Recrea la creación de la vida. Tiene como finalidad la introspección de sí mismo (micro-macro-kosmo), así como experimentar un proceso de desintoxicación y medicina preventiva.
Buscando el Origen, los antiguos observaron que el único lugar capaz de crear vida era el útero materno, y en otros reinos, el huevo o la semilla. A imagen y semejanza, recrearon el temazkal, reproduciendo las mismas condiciones de oscuridad, calor, recogimiento y humedad.
Entonces, los antiguos construyeron una “cueva” y entraron al útero de la Madre Tierra para trabajar con estos cuatro factores como punto de partida. Viajaron sin tiempo ni espacio e interactuaron con los cuatro Elemento, encendieron un Fuego para calentar las Piedras y el Agua, reconocieron el Poder del Aire y agradecieron el frescor de la Tierra.
Se alinearon con los cuatro rumbos del Universo, con el corazón del cielo, el de la tierra y el de todas las criaturas vivas y, desde ahí, ofrendaron su presencia.
En su entrega, se dieron cuenta que el temazkal es un RE-nacer, un RE-(a)cuerdo, un RE-conocimiento de uno mismo y su vínculo con el Espíritu. Que la cabaña del vapor es un buen lugar para nacer y parar morir, para limpiarnos y purificarnos, para recapitular, para desatar los nudos y soltar lo que nos limita. Allí sudamos, cantamos, rezamos o estamos en silencio; allí disolvemos la forma, la razón y el tiempo en armonía con todo lo que fue, es y será.
La temperatura del temazcal se eleva poco a poco, la circulación sanguínea se activa, el ritmo cardiaco se incrementa.
Cuando se llega a la cuarta puerta, la del Viento del Sur, la del Fuego, la de la Voluntad y Transmutación Suprema, habiendo llevado el calor a su máxima potencia, se alcanza un ritmo cardiaco de más 110 pulsaciones por minuto, a partir de ese instante sucede algo en el cerebro, la neuronas y sus denditras entran en conexión temporal y permiten experimentar el éxtasis, la unicidad con el cosmos.
Temazcal cupular de la etapa colonial
“Es una ceremonia de purificación. Es una de las ceremonias más antiguas, donde vamos a recibir el consejo de nuestros antepasados. Dentro del Temascal tocamos todos los misterios que existen; es el principio del fuego sagrado, que es energía pura, presencia misma de la creación. Nos da la oportunidad de darnos cuenta de los regalos que recibimos: el respirar, el darnos cuenta que existe un alimento que es inmediato: el aire. Que cuando uno es capaz de ir así, hacia atrás en el tiempo, es cuando se reactivan todas las medicinas que están en el principio. Dentro de la memoria encontramos todo esto. Ahí también nos damos cuenta de nuestro cuerpo, qué sentimos. Es la presencia misma de la Tierra.” (Aurelio Díaz Tekpankalli)En este espacio-tiempo que por destino nos esta tocando vivir, es maravilloso VER las coincidencias, las sincronicidades, las "verdades" que se revelan, quedando en evidencia la conexión de todo con todos.
Beneficios Psicológicos y energéticos del Temazkal
Entramos gateando como los bebés -lo más desnudos posible- y salimos renaciendo a nuestra vida con una visión más clara de lo que tenemos que hacer, sanar, reconciliar y trabajar. Es una terapia potente y eficaz para soltarnos de las tenazas del miedo y de la duda. Una ceremonia de sanación de todas nuestras relaciones en armonía con la Tierra y el Cosmos. El ser humano se encuentra en gran medida inmerso en su universo EMOCIONAL, es decir: que sus principales motivaciones tienen que ver con sus emociones, las cuales se encuentran contenidas en la parte de AGUA que hay en nuestro cuerpo físico. Recordemos que somos casi un 75% de este elemento. Eso explica por si solo el porque en luna llena la humanidad entera se siente alterada al igual que las mareas en los océanos.Además, en el Temazkal se genera un ambiente o energía magnética muy sutil que influye directamente sobre la energía celular del cerebro. De este modo, estimula al sistema glandular, en particular a las glándulas pineal y pituitaria, conocidas como las glándulas maestras, ya que rigen la actividad glandular de todo el cuerpo.
En el temazcal esperamos por las personas que desean derrumbar sus miedos para convertirse a la larga en fuentes de salud, libertad y abundancia de todo bien para si mismos y para los demás. Esos son para nosotros los GUERREROS Y GUERRERAS
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