Temazcal y Embarazo


El embarazo es el momento quizás de más conexión con nuestra Madre Divina. Sentir la vida que va creciendo dentro de nuestro vientre nos acerca a la comprensión de la creación de todas las cosas.

El Temazcal representa el útero de la Madre Divina y nos hace sentir como el bebé que crece en nuestro vientre. Comprendemos lo que él siente y como ve ese mundo y a su vez nos sentimos mucho más conectadas con él/ella. Somos uno con el bebé. Igualmente la experiencia y comprensión que podemos lograr dentro del Temazcal es individual de cada persona, pero lo que es innegable es que tiene un gran efecto sobre el bebé. Y lo percibimos cuando nace. Lo primero que me dicen de mi beba las personas que la ven es que irradia mucha paz. Y luego preguntan: ¿y es así siempre?. Esta maravillosa experiencia unida a nuestras prácticas diarias y, a una gran devoción, son una combinación perfecta para el desarrollo armonioso del bebé y para un feliz nacimiento y desarrollo posterior. Quiero agregar también que allí en los Temazcales conocí la Bendición de Unidad o Deeksha que sentí que fue un complemento perfecto para mi bebé. Y estoy convencida de que intensificó todas las experiencias de Temazcal junto a ella.

En mi caso particular el Temazcal despertó una cadena de sucesos y aprendizajes enormes que cambiaron mi vida para siempre. El embarazo se hizo mucho más llevadero y hermoso agradeciendo a cada instante por la vida que tenía la oportunidad de crear. Le beba nació por cesárea programada, una experiencia muy diferente al parto normal y a veces más traumática, pero que pude disfrutar a fondo siempre con una sonrisa en mi cara.

El Temazcal nos abre a la experiencia directa de la divinidad en nosotras y muchísimo podemos aprender con nuestros embarazos acerca de su trabajo como creador/a, como padre/madre, y también trabajar sobre nuestros papeles en este plano como padres e hijos, y a partir de estas visiones y aprendizajes sanar las relaciones con nuestros padres físicos, nuestros hijos, y con nosotros mismos para así estar realmente capacitados para la crianza de nuestro bebé.

A continuación transcribiré mis anotaciones sobre el primer Temazcal al que asistí en Ingeniero Maschwickz, de la mano del amoroso Maestro Temazcalero Cristian que ya ha dejado esta existencia, embarazada y con mi nene de 3 años, con la esperanza de que muchas mujeres se animen a disfrutar de esta experiencia embarazadas y así traer al mundo bebés más sanos y felices, pero tratando de incentivarlas también a llevar a sus hijos pequeños, pues la presencia de los niños es siempre una bendición y no tenemos que convertirlos en un obstáculo para nuestro trabajo espiritual, sino tratar de enseñarles con nuestro ejemplo, siempre respetando sus tiempos y su mundo de juegos y alegría.




Gracias Divina Madre por tantas Bendiciones!!!


04-06-2007 Estaba embarazada de 6 meses.

                                     Un TEMAZCAL Embarazada
                                                        
Ometeotl, permiso para nacer!

Ayer fue un gran día, quizás el más importante en lo espiritual de mi vida.
Ayer comprendí todo lo que necesitaba.

Llegamos a Ing Maschwics a las 13hs. Ya estaban haciendo la ceremonia del fuego donde cantamos:

Abuelito fuego te estamos llamando,
nuestros corazones ya vas alumbrando.

De a uno incorporamos las maderitas al fuego pensando o diciendo en voz alta lo que le queremos entregar.

Yo entregué mis miedos, mis tristezas y mis apegos que no me permiten amar verdaderamente, aunque no me animé a decirlo en vos alta.

Luego nos retiramos, algunos a jugar con mi hijito de 3 años, otros a tomar sol, que estaba extrañamente primaveral. Yo me fui a desabrigar ya que tenía abrigo como para el polo. Cuando salí me llamaron para ayudarla a cortar la fruta para ofrecer a la gente.

Cuando el fuego tuvo la temperatura adecuada nos fuimos a cambiar, pues al temazcal se ingresa con la menor cantidad de ropa posible.

Ahí comenzó mi proceso de desapego de mi hijito. Una chica me llamó aparte para preguntarme que íbamos a hacer con él. Yo le llevé todo para que ingrese al Inipi (el Temazcalito) pero me dijeron que  probablemente él querría salir en la primera puerta y entonces uno de nosotros tendría que salir con él a cambiarlo y acompañarlo. Así que decidimos entrar sin él, pues ella se ofreció a cuidarlo porque no iba a entrar. Fue todo un proceso y angustia para mi, porque me venían mis miedo de siempre: ¿y no le molestará? ¿y lo podrá contener?, ¿lo escucharé si llora?, etc.

Hicimos el saludo a los cuatro elementos y unidos por un brazo extendido haciendo fila india como un solo cuerpo, rodeamos el Temazcal y quedamos en ronda ubicados para entrar. Entraron todos y por último yo. Justo apareció mi hijito, que estaba adentro de la casa y nos saludó y me dijo: -dale, entrá!-. por momentos nos miraba y nos saludaba con la manito. Hola mamá. Yo me tranquilicé porque estaba muy entretenido sentado en el pasto mirando todo pero sin miedo a nada. En definitiva, él sabe que yo siempre vuelvo.

El hombre del fuego lo sahumó él entró. Detrás fui yo y me preparé para que me sahume pero me dijo: No, con vos no hace falta (por estar embarzada), solo necesito que digas: Señor, que se haga tu voluntad y no la mía. Yo lo repetí al borde del llanto pues había estado repitiendo eso todo el tiempo para no tentarme de quedarme con mi hijo. Después me agaché y dije: ometeotl, permiso para entrar. Y me ubicaron al lado de la puerta cosa que me favoreció en grande.

Después de saludar a las ancianitas comenzamos a pedir: “Ometetl, permiso para hablar” y así todos nos presentamos y dijimos algo. Yo dije: les pido a las ancianitas (piedras volcánicas al rojo) que nos quiten los miedos y los apegos que puedan afectarnos hoy.

Me integré al grupo con un amor inigualable, pude seguir naturalmente todas las canciones, sin conocerlas, que me dieron la fuerza para aguantar las cuatro puertas y hasta hubiera aguantado más pues por estar al lado de la puerta no me sofoqué ni tuve miedo.

El bebita de mi panza estuvo tranquila todo el tiempo, prácticamente me olvidé de mis seis meses de embarazo. Sentí que eso que estaba haciendo era lo mejor para ella y que ella era feliz.

En la tercera puerta mi hijo se acercó y saludó, estaría escuchandonos de afuera. Yo lo escuchaba cantar. Dijo hola mamá y se fue a jugar.

No tengo palabras para describir lo que sentí, solo felicidad y dicha, se acercan a esa emoción espiritual.

La salida del Temazcal fue hermosa primero salieron las personas del círculo del medio y luego las otras donde estaba yo. Me recibieron con un abrazo como cinco personas cubiertas por una lona y así fuimos hasta las duchas, después corrí a buscar el toallón y me metí en el baño a cambiarme. Todos comentamos lo hermoso que fue todo, no se ni como se llamaban pero sentía que todos eran mis amigos.

Una vez abrigados fuimos al fuego donde tomamos una sopita reparadora de zapallo con la fruta que había quedado.

Luego, nos fuimos retirando hacia nuestros hogares, totalmente renovados y llenos de esa sensación tan hermosa que es la Unicidad.



Gracias!! Totales e infinitas